Con una fuerza inútil siguen caminando por carreteras desoladas llenas de árboles marchitos y esqueletos humanos contemplándolos desde los sitios más oscuros, infestados de voces...
Se sigue caminando ¡Incansables! ¡Almas valientes!... pero vaya, cuéntame de un valiente y te contaré una tragedia. Todos de una u otra manera buscando un sentido al propio sinsentido de existir, a diario, cada día.
Quizá alguien tenga un buen plan, o no... quizá tan solo haya que seguir improvisando y contemplando las hojas al caer...