Quizá nuestras almas ya gastadas y fatigadas por el tiempo, se puedan sentir orgullosas de su caminar
Quizá, esos ojos llenos de brillo hayan cumplido su cometido, y entendido que no es necesario explotar de esperanza, que con una sola chispa basta y sobra
Quizá nuestros pies cansados de andar y divagar puedan reposar con satisfacción, y aunque no hayan encontrado lo que esperaban en un principio, quede eso... la búsqueda, la creación, el descubrimiento
Ojalá, mientras el viento sople tierna o bruscamente en nuestra piel arrugada y lastimada, podamos sentirnos en paz, en paz con el ser, con la tierra, el mar, el cielo, la palabra; los silencios que existieron o quizá las palabras que ensordecieron hasta partir los huesos y las entrañas... en paz con la vida misma.