La casa se derrumba. Al caminar por los recuerdos, las paredes se balancean y se llenan de matices color café, los acordes se tensionan dentro de una partitura en la que solo hay silencios, formando figuras de esquina a esquina, desde el murmullo de ojalás a las palabras dichas. Suena, suena como la orquesta que se reparte desde la percusión, bajos, vientos, teclas...voces; inundando los sentidos hasta no dejar ningún rincón sin sonido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario