Esta soledad tan vacilante, ¿acaso no volverán las rosas, o
los jardines danzantes?. Esta herida que no ubico se desgarra por mis cabellos
junto al anonimato presente. ¿Qué hace? ¿Quién es?, viene con traje de gala a
saludar con cortesía; viene, respira y se va. Ya no hay soneto para tanta
elegancia, ni mucho menos cortesía para la injusticia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario